Archivo de la etiqueta: Road movie

129. La Venganza

The Hit. 1984

Stephen Frears

Una rara mezcla, una agradable sorpresa

No muchas veces se ve una mezcla de géneros como la que se presenta en “The Hit”. La película tiene toques de road movie, tiene algo (poco) de coming-of-age, de drama, de crimen y además elementos filosóficos. El filme está situado en su mayoría en España, principalmente entre carreteras perdidas mientras un par de matones conducen hacia París a Willie Parker, un otrora criminal de origen inglés que hace una década denunció a sus socios en un juicio y que había estado escondido en algún pueblo andaluz hasta la fecha, y a Margarita, una española que, sin deberla ni temerla, se ve inmiscuida en la situación.

Contratados por un mafioso, Braddock (John Hurt) y Myron (un joven pero espectacular Tim Roth, en su primer papel en cine), poco a poco se ven absorbidos por la peculiar y astuta personalidad del hombre que han raptado, algo así como el síndrome de Estocolmo pero al revés. Como es habitual de una road movie, se presentan pocos personajes como un núcleo confinado al espacio de un coche y lo que la carretera va presentando, en este caso tratándose principalmente de obstáculos para los raptores. Lo interesante aquí es ver la diversidad de los personajes y cómo un guión inteligente plantea valiosas aportaciones a la trama de cada uno de ellos, cada uno con un importante y verosímil arco de transformación.

Willie (Terence Stamp) es presentado como un hombre maduro que aparentemente ha llegado a una paz interior producto de tantos años de haber esperado una inminente venganza. Braddock, de la misma edad que Willie, es un criminal frío y callado, del cual vamos descubriendo un poco de su lado humano. Myron, por su parte, es de sangre caliente, y su juventud le hace cometer estupideces que ponen en riesgo el trabajo, además de lo que aporta su simpatía por Willie y la chica. Maggie (Laura del Sol) es una chica ruda e inteligente que se las ingenia para seguir con vida. Es muy agradable ver a Fernando Rey, aquel que fuera actor fetiche de Luis Buñuel, como el jefe de policía, siguiendo el caso y pisándole los talones a los criminales, quienes de alguna forma u otra dejan un rastro de sangre y asesinatos a su paso.

La mezcla de situaciones que se genera entre estos personajes es algo muy rico, que no se ve muy seguido en el cine. Además, el reparto realmente se luce haciéndolo todo muy verídico, muy real. Como dato adicional interesante, Paco de Lucía hace la música y Eric Clapton también participa con la canción que abre el filme.

8 de 10.

1 comentario

Archivado bajo 8 de 10, Críticas

102. El Sabor de la Cereza

Taste of Cherry طعم گيلاس). 1997)

Abbas Kiarostami

¿Qué es un filme minimalista?

Un hombre conduce por Tehran buscando a alguien que lo pueda enterrar después de que éste haya cometido el acto de suicidio. Un joven soldado, un seminarista y un taxidermista son los candidates de el señor Badii encuentra en su camino. Siempre desde lejos, a través de un planteamiento de tomas demasiado largas, generales y lejanas con las conversaciones de los personajes en off, Kiarostami nos presenta una historia básica y sencilla, talvez demasiado simple para muchas personas.

Al director iraní lo comencé a conocer a través de una trilogía que comienza con el filme “¿Dónde está la casa de mi amigo?”, sigue con “La Vida Continúa” y termina con “A Través de los Olivos”. No me canso de recomendar estas 3 grandes obras de la cinematografía mundial porque simplemente no he visto nada parecido, y realmente la forma en que las tres están entrelazadas es producto de mucho ingenio por parte de Kiarostami, quien también escribe guiones tanto para sus propios filmes como para otros directores.

“¿Dónde está la casa de mi amigo?” trata sobre un niño que se da cuenta que se ha llevado por equivocación el cuaderno de tareas de su amigo, y conciente de que a éste el profesor lo trae entre ceja y ceja, decide escapar de su casa y aventurarse a la aldea donde vive en busca de la casa de su amigo. Sin más. El siguiente filme de la trilogía está situado después del terremoto que azotó a la provincia de Gilán en 1990 y mató a cerca de 45,000 personas. Presentada como una mezcla entre falso documental y road movie, la película presenta al director y al hijo de éste (interpretados por actores), que tras el terremoto toman carretera para ver si los dos actores principales de su filme anterior siguen vivos. El filme que cierra la trilogía se centra en una pareja de supuestos extras de “La Vida Continúa”, básicamente gente ordinaria a la cual el director ha puesto a actuar como marido y mujer, siendo que el hombre ha estado enamorado realmente de la que el director escoge para interpretar a su esposa. El filme expone ese enamoramiento y los esfuerzos del hombre por acercarse a la mujer de sus sueños, a la cual puede tener cerca finalmente gracias al rodaje. Tramas simples pero nada sencillas y sí con un gran toque de genialidad.

Una vez ya expuesto quién es Abbas Kiarostami y qué es lo que el tipo puede llegar a crear, debo decir que en ocasiones, en otros filmes que he podido ver de él, el director también se da sus tremendas chiflazones con mucha soberbia, así que no puedo recomendar su filmografía completa, situando a “El Sabor de la Cereza” entre aquello que no me quedan demasiadas ganas de invitar a demás gente a que lo veo. El personaje principal (como el actor) resulta antipático y algo aburrido. La fórmula tarkovskiana de sostener un plano hasta que el espectador ya no aguante también es aplicada aquí (algo que a la gente al parecer le ha dado por llamar cine minimalista), como en sus anteriores filmes, el problema es que ni la historia ni los personajes son lo suficientemente interesantes y/o creíbles (el tipo se detiene a hablar con gente todavía a bordo de su camioneta, hace preguntas demasiado personales y a nadie parece importarle contestar con toda la sinceridad del mundo). Lo que sí funciona en “La Vida Continúa”, que es la presentación de personajes secundarios muy interesantes aprovechando la dinámica del roadtrip, aquí se pierde entre unos 3 ó 4 personajes secundarios a los que les falta un poco de riqueza y construcción a pesar de sentirse reales. El final es sumamente desconcertante y me parece que el director simplemente busca romper la llamada cuarta pared.

6 de 10, al final ya ni tenía ganas de seguirla viendo.

Deja un comentario

Archivado bajo 6 de 10, Críticas

82. Kikujiro

Kikujiro no natsu (菊次郎の夏). 1999

Takeshi Kitano

Genial y entrañable road movie oriental con tintes autobiográficos

Me propuse revisar nuevamente esta película por dos motivos. El primero fue para entender por qué a un par de amigos a las que se las había recomendado no les había gustado para nada, y la segunda, para ver si reemplazaba ésta por “Las Noches de Cabiria” para la proyección que tengo programada con Videodromo el próximo 14 de junio, a la cual, por cierto, están todos invitados (creo que al final sí será de Fellini la que se proyecte).

Puedo entender que, para la gente con poco background en cine oriental, algunos aspectos de esta película, principalmente el humor y la forma de ser del par de personajes principales, pueda resultar un poco confuso y raro, lo cual nos llevaría a rechazar o desacreditar lo que estamos viendo. La diferencia entre culturas se hace latente, pero hoy por hoy directores como el mismo Takeshi Kitano, Wong Kar Wai, Kim Ki-duk, Zhang Yimou, Park Chan-wook o, por qué no, Hayao Miyazaki, están abriéndonos nuevamente la ventana hacia Oriente presentando, en muchos de los casos, una estética muy rica propia de los ambientes de ciudades como Hong Kong, Tokio o Seúl.

Sumamente honesta y muy autobiográfica, “Kikujiro” (titulada “El Verano de Kikujiro” en España) presenta la historia de Masao, un niño bastante retraído, tímido y callado que viaja junto a Kikujiro, un señor oportunista, aprovechado y problemático, hacia un pueblo en las afueras de Tokio para intentar conocer a su madre. Muy pronto en la trama, que está presentada a manera de pequeños capítulos como si fueran anotaciones en el diario del niño, Kikujiro apuesta y pierde todo el dinero que tienen para el viaje, y ambos se ven envueltos en un gran número de situaciones.

El personaje que interpreta el mismo Kitano (bajo el alias Beat Takeshi, el cual adquirió en su carrera de comediante en los 80’s), está basado en su padre, Kikujiro Kitano, también apostador y con el que el director  dice haber hablado sólo 3 veces en toda su vida. Supuestamente inspirada en “El Mago de Oz” con un formato de road-movie, con una hermosísima música compuesta por el grandioso Joe Hisaishi (de quien ya se había hablado en el artículo especial sobre música de cine), “Kikujiro” seguramente se trate del mejor, el más honesto y el más personal filme de Takeshi Kitano, cineasta, pintor, poeta, actor, editor, presentador de televisión y, sin duda, uno de los personajes más raros de la cinematografía mundial.

La cinta es una pequeña joya, con un humor bastante simple e inocente (que algunos pueden confundir con estúpido), con escenas bellísimas, conmovedoras y graciosas, muy buenos personajes que van entrando y saliendo durante el trayecto y una narrativa lenta pero tan disfrutable como un día de campo. Muy, muy recomendable. A ver si logro presentarla alguna otra ocasión en Videodromo…

9 de 10.

Deja un comentario

Archivado bajo 9 de 10, Críticas