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The Avengers

Muchos trucos qué aprender

Hace poco menos de un mes escribí esta crítica en una especie de prueba para un periódico local, basta decir que no me escogieron. Sin más, pongo aquí lo que pensé en su momento de esta película, animado por mi fan Patricio Hinojosa, que hace unos videos bien padres que pueden ver aquí. Talvez iré escribiendo más entradas, si es que me lo permite la vida y mis otros proyectos… Bueno, a lo que vamos.

Todavía Marvel tiene unos cuantos trucos qué aprenderle a Christopher Nolan. Si bien “The Avengers” nos da casi todo lo que buscamos de una cinta de superhéroes, cualquier espectador un poco más exigente o no familiarizado con el mundo de los cómics y referencias de las películas que en los últimos años sirvieron para llegar a ésta, debería demandar un poco más de desarrollo de los personajes que ve en la pantalla, sobre todo cuando la nueva saga de Batman ha puesto la vara tan alta.

Lo que hace muy bien el director Joss Whedon, con más experiencia en televisión que en cine, es coordinar los tiempos, el humor y la acción para que se nos olvide lo poca dimensión de muchos personajes, pero sobre todo de un villano tan poco respetable como lo es Loki, que ni siquiera funcionó en la película del año pasado sobre el dios del trueno. Con un objetivo tan simplista como el de dominar la Tierra, el semidios y hermano de Thor pretende controlar una especie de material radioactivo que los norteamericanos y su grupo especial S.H.I.E.L.D. quieren utilizar para generar cantidades inagotables de energía y crear poderosas armas para hacerle frente a amenazas provenientes de otras galaxias. Nunca he sido fan de villanos extraterrestres…

La fórmula es sencilla: se empieza localizando a nuestros superhéroes y presentando sus demonios personales, enseguida viene una esperada lucha de egos para luego llegar a la parte más potente y sólida de la película, una batalla épica de una media hora de duración en la cual Hulk, Iron Man, Thor, Capitán América y compañía logran salvar a muchos oficinistas y meseras neoyorquinas de Loki y su séquito de extraterrestres. Esta pelea es quizá de las mejores realizadas y contadas en una película del género.

Batalla mata personajes, pero Batman todavía se echa a todo Marvel.

Digamos que un 7 de 10.

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246. Micmacs

Micmacs à tire-larigot. 2009

Jean-Pierre Jeunet

Tiene los colores, le falta la magia


Uno pensaría que la gran mayoría de los franceses tienen una gran afición por el clown, los circos, las acrobacias y ese tipo de artes y espectáculos. Lo cierto es que Jean-Pierre Jeunet tiene desde hace rato ya un estilo consagrado y reconocible que demuestra que el punto que acabo de mencionar.

En “Micmacs”, talvez más que en cualquiera de sus anteriores películas, el realizador de “Amélie”, “Alien Resurrection” y “Delicatessen”, cuenta su historia con personajes muy caricaturizados que parecen haber salido de un espectáculo de circo. Dany Boon es Bazil, un hombre un tanto anormal y torpe sólo en apariencia que tras recibir un balazo en la frente pierde su trabajo y queda en la calle. Entonces conoce a una pequeña comunidad de extraños personajes que se dedican principalmente a reciclar basura y crear cosas inusuales con ella. Muy pronto en la historia Bazil entiende que su misión en la vida es vengarse de las dos compañías de armamento responsables de la bala que ahora quedó encarnada en el interior de su cabeza y la mina que mató a su padre.

Lo malo es que Jeunet llevaba “a very long absense” de las pantallas tras su cinta del 2004, y “Micmacs” no parece llenar el vacío que había dejado. Aún con toda la mano y estilo de su director, la cinta trata de una manera muy ligera a sus personajes, centrándose más en la forma en la que la venganza se va llevando a cabo, paso por paso. A veces sólo les falta utilizar aparatos marca Acme, aunque talvez esté exagerando un poco… Sin embargo, ni la trama ni los personajes logran tener la magia que sí tenían otros desarrollados por el mismo director.

7 de 10.

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237. La Corporación

The Corporation. 2003

Mark Achbar, Jennifer Abbott

Todos los problemas del mundo moderno en un solo documental


Hacer un documental redondo y completo es muy difícil, sobre todo mientras más grandes sean los temas a tratar. Un buen documental debería exponer de la manera más objetiva posible las problemáticas que sus autores hayan considerado importantes y de ahí presentar opiniones distintas y opuestas así como los datos duros relevantes que lleven hacia una conclusión, preferentemente positiva, de la situación planteada.

“The Corporation” intenta, ya desde su portada, linchar a un poderosísimo enemigo de muchas cabezas, quizás la verdadera bestia del Apocalipsis que llevará a que este planeta tenga un desenlace terrible. El documental de Mark Achbar y Jennifer Abbott tiene un propósito muy claro, y en 145 minutos se dedica a exponer el abanico de actitudes negativas que las corporaciones tienen para con los demás y su entorno, exponiéndolos, punto por punto y a manera de examen psicológico, como unos verdaderos sociopatas.

Empresas americanas colaborando en las operaciones de los Nazis, gigantescos complots en la industria de los alimentos para engañar a los consumidores que pueden estar adquiriendo productos dañinos a su salud, televisoras que descaradamente editan sus noticias, gobiernos latinoamericanos sometidos a un modelo de inversión extranjera diseñado como un método moderno de esclavitud, tremendos daños ecológicos provocados por una falta de conciencia por parte de las organizaciones, leyes y reformas que han equivocado el rumbo de una manera talvez incorregible… Todos estos y algunos temas más son tratados en este documental, presentados de una manera muy clara. Pero el que mucho abarca poco aprieta y los realizadores fallan en presentar entrevistas que aporten posibles salidas o soluciones al declive de nuestro mundo, que parece condenado a la autodestrucción, por lo que creo que este documental debería tener una secuela más propositiva.

Por cada documental como «The Corporation», hay un comercial de Coca-Cola que nos hace volver a creer.

7 de 10.

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235. I’m Still Here

I’m Still Here. 2010

Casey Affleck

Hollywood, you’ve just been Punk’d!


Hay muchísimo qué decir acerca de esta película, aunque no sé ni por dónde empezar ni si todo lo que diré sea correcto. Supongo que “I’m Still Here” es uno de esas cintas que verdaderamente o te gusta o NO TE GUSTA, pero sin duda te deja contrariado. Aunque el resultado final personalmente no me gustó, hay muchas cosas que le aplaudo (y hasta me pongo de pie) tanto a Joaquin Phoenix como a Casey Affleck, quien dirige, fotografía, edita y co-escribe el filme con su cuñado, el actor que cobró fama tras sus participaciones en “Gladiator”, “Señales” y “Walk the Line”.

Creo que “I’m Still Here” es el documental falso más arriesgado que he visto. No creo que nadie que haya visto este filme haya podido evitar correr a la computadora más cercana (o Blackberrys, iPhones o lo que sea) para quitarse la duda si se trataba de algo real o no. A pesar de que la vida de Joaquin Phoenix no me importa en lo absoluto, yo me sentí muy aliviado de comprobar en Wikipedia que todo había sido, aparentemente, una farsa, aunque varias escenas en el filme parecían ya demasiado pensadas o muy bien cubiertas por diferentes cámaras, algunas en lugares en los que difícilmente se le hubiera ocurrido al director colocarlas de no saber exactamente lo que iba a suceder. Además, sería difícil pensar que dos actores con tanto qué hacer se tomaran tanto tiempo para “ver si jala”. Con esto no quiero decir que yo no caí en la trampa.

La mayor broma de la historia de Hollywood comenzó hace un par de años cuando Phoenix declaró en la alfombra roja su retiro de la actuación para perseguir su sueño de convertirse en artista hip-hop, argumentando estar harto de estar interpretando a alguien que él no era, sin poder contribuir creativamente ni expresarse a través de sus personajes. La noticia, así como las posteriores desastrosas apariciones en público de Phoenix, causaron revuelo en la industria del entretenimiento de los Estados Unidos. El actor fue aparentemente obligado a asistir al show de David Letterman, en donde el presentador hace mofa de la apariencia, aspiraciones y estado actual de su entrevistado, algo que fue parodiado por Ben Stiller cuando éste apareció presentando un premio en los Óscares del 2009 junto a Natalie Portman. Stiller además aparece yendo a la casa de Phoenix para proponerle un papel en la reciente cinta “Greenberg”, siendo desairado cruelmente. Además de esto está toda la supuesta participación de P. Diddy como productor del disco de Phoenix.

En el filme hay muchos segmentos muy desagradables y fuertes, mostrando al actor drogándose, bailando con prostitutas, vomitando, siendo defecado en la cara y unas cuantas cosas más, además de mostrar una personalidad muy, digamos, mierda…

Aplaudo, como siempre, el atrevimiento que tuvieron este par de actores en sacudir por completo a la industria cinematográfica y del entretenimiento, sin importarles todo lo que ambos estaban arriesgando. A final de cuentas, se trata de una película muy subversiva que ataca a consciencia y en palabras del mismo Phoenix la idea básica de los reality shows y la gente que lo consume, algo que va un poco más allá de lo que hace, por ejemplo, Sacha Baron Cohen.

7 de 10.

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229. Serial Mom

Serial Mom. 1994

John Waters

“El único serial que conozco es Rice Krispies”

Yo creo que a mucha gente se nos han ocurrido personajes como los que John Waters presenta en “Serial Mom”. Una madre cariñosa, ama de casa ejemplar, que tiene un lado oculto y se convierte en una sanguinaria asesina que escoge a sus víctimas según sus estándares morales, es decir, quien viola sus férreos códigos de conducta y modales. Quizá sería un buen personaje para un sketch de comedia.

Desde el inicio, Waters presenta un texto en el que afirma que los personajes que va a presentar son reales, y que la historia está basada en cosas que verdaderamente sucedieron, algo que por supuesto no es cierto. “Serial Mom” tiene el acierto de no tomarse en serio a sí misma nunca, y así es mucho más fácil de llevar y de digerir los errores que pueda haber en la trama. A John Waters, el llamado rey del mal gusto (y creo que con mucha razón), no le interesa construir una comedia inteligente, sino que desenfadadamente, en un estilo muy adolescente, presenta a sus personajes y sus acciones entre la ironía, la sátira y el humor negro, le guste a quien le guste…

Todos los personajes están exagerados pero resultan agradables y cómicos, principalmente la familia americana en apariencia perfecta conformada por Kathleen Turner en el papel de la mamá psicótica, Sam Waterson como el padre de familia (un simple dentista), y los hijos Ricki Lake y Matthew Lillard, a quien hemos visto en la saga “Scream” y más reciente también en la de “Scooby Doo”.

7 de 10. Resulta una buena opción para pasar el rato y echarse unas buenas risas, nada más, aunque tampoco es para todos los gustos…

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228. Pícaros Ladrones

Small Time Crooks. 2000

Woody Allen

A lesser Woody Allen is still a great Woody Allen


Si bien a esta película no le fue tan bien ni obtuvo el reconocimiento que sí se les dio a otros filmes de este director, lo que contiene es más que suficiente para hacerle pasar un buen rato a cualquier espectador que ya haya adquirido el gusto por el estilo cómico de Woody Allen.

“Small Time Crooks” parece estar conformada por dos películas claramente divididas rumbo a la mitad del metraje, muy al estilo de lo que pasa, por ejemplo, con “Full Metal Jacket” o en menor escala con “Mulholland Drive” o hasta el “Scarface” de Brian de Palma. En la primera parte de la película se presenta a un grupo de ladrones con un mínimo grado de inteligencia que rentan un local cercano a un banco para hacer un túnel por debajo que los lleve hasta la bóveda de éste, mientras ponen un negocio de galletas, atendido por la esposa de uno de ellos, como fachada. El toque irónico de Allen sale a relucir cuando los ladrones interpretan mal los planos y llegan a una tienda de ropa, pero ya para entonces el negocio de galletas ha crecido tanto y se ha hecho tan popular hasta convertirse en un emporio.

Entonces se presenta un segmentito en estilo de reportaje (algo al estilo de otro filme de Woody Allen, “Take the Money and Run”) en el cual se hace ver que los 5 socios se han hecho millonarios, y todos ocupan un cargo en la imparable empresa de galletas que sin querer han creado. Con el dinero vienen los cambios, y se hacen notar en la persona de Frenchy (una genial Tracey Ullman), esposa de Ray (Woody Allen), que busca obtener estatus social a través del arte, apoyada de un artista oportunista (un poco exigido Hugh Grant que se limita a repetir la misma persona que ya ha interpretado cientos de veces) que es contratado por Frenchy para “educarlos” en las cuestiones sociales para dejar de ser unos Beverly Ricos, aunque Ray no quiere realmente cambiar su forma de ser.

La estructura del filme es un poco rara, aunque el director logra mantener un interés a través de los personajes y la comedia que estos generan, apoyados en muy buenas interpretaciones por parte de Ullman, Allen, Jon Lovitz y Elaine May. En esta ocasión, el filme tiene muy poco o nada de carácter autobiográfico, algo que pocas veces sucede en la filmografía del realizador neoyorquino.

Varias personas dicen que Woody Allen es un gusto adquirido, a mí en principio no me gustaban sus películas, pero ahora las disfruto mucho, aunque estoy a nada de terminar de ver su filmografía completa y quedarme sin material nuevo, lo bueno es que él sigue estrenando una película por año como ha sido desde 1982.

7 de 10.

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227. Alien Resurrection

Alien Resurrection. 1997

Jean-Pierre Jeunet

Devolviéndole un poco de prestigio a la saga


Ridley Scott, James Cameron, David Fincher y Jean-Pierre Jeunet. Pocas sagas en la historia del cine pueden presumir de contar con directores de primera línea para cada una de sus entregas como la de “Alien”. Si bien David Fincher debutada como director como “Alien 3” y Jean-Pierre Jeunet llegaba después de cosechar dos éxitos con las únicas dos películas que tenía hasta la fecha, “Delicatessen” y “La Ciudad de los Niños Perdidos”, mientras que Scott y Cameron llegaban con un cartel más amplio, hoy por hoy los cuatro son nombres muy pesados e importantes dentro de la industria fílmica internacional.

Luego de que Danny Boyle, Peter Jackson y Bryan Singer desecharan la invitación de dirigir la cuarta entrega, fue Jean-Pierre Jeunet el que finalmente le vino a devolver un poco de su prestigio original a la saga tras dos desastrosas secuelas, apoyado en un guión que finalmente hizo nuevas preguntas y añadió nuevos elementos en juego, porque previamente sólo debería definirse cómo iba a introducirse nuevamente al alienígena, quién sería el primero en morir para que finalmente le creyeran a Ripley de la existencia de tal criatura y quién iba a ser el idiota que la iba a dejar escapar.

Si bien el concepto básico de que la teniente Ripley es clonada con todo y bebe extraterrestre en el interior de su pecho es bastante ridículo, lo importante es que de ahí la película presenta situaciones nuevas y personajes interesantes, incluyendo un buen elenco en el cual se puede encontrar a Winona Ryder, Ron Perlman, Dan Hedaya y, por supuesto, Dominique Pinon, quien ha aparecido en todos los filmes del director francés. A pesar de tener apariencia humana, Ripley tiene condiciones físicas mejoradas por haber mezclado su ADN con el del alienígena, que resulta ser una reina capaz de reproducirse, esta vez, sin la necesidad de poner huevos, producto también de la mezcla con la sangre de Ripley. Después, el guión se aventura a presentar las últimas consecuencias de esto con resultados interesantes pero algo arriesgadas.

El elogiado estilo visual de Jeunet se hace presente, y no sólo eso sino que los efectos digitales, aunque aún perfectibles, son mucho más superiores que el de la entrega pasada. El diseño de producción, uno de los tantos logros de la película original, es nuevamente cuidado y tratado con cariño. Asimismo, el filme toma un giro hacia el tono de la primera entrega, lo cual se agradece mucho.

Ahora sólo nos queda esperar a ver qué hace nuevamente Ridley Scott con una supuesta precuela. Tengo mucha fe en que le irá muy bien.

7 de 10.

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222. I Am Love

Io sono l’amore. 2009

Luca Guadagnino

Tilda Swinton, ¿extraterrestre?


Tilda Swinton es una de las actrices más extrañas de la actualidad, no sólo por su fisonomía sino también por su forma de actuar y los papeles que escoge. En “Io sono l’amore”, la actriz de filmes como “Burn After Reading”, “Julia”, “Adaptation.”, “Michael Clayton”, “Las Crónicas de Narnia” y tantas otras (normalmente en un papel secundario) no sólo es la protagonista sino que también funge como productora. La escocesa trabajó en conjunto con el director italiano Luca Guadagnino, responsable del filme “Melissa P.” y algunos documentales, durante un transcurso de 11 años. No me puedo imaginar por qué tomó tanto tiempo, pero supongo que será por cuestiones de agendas apretadas o falta de presupuesto, porque guiones de este tipo no son tan difíciles de hacer.

Centrada en las historias de una familia italiana adinerada y el lado romántico de cada uno de los miembros, la película se siente hecha con la mano de un europeo, y más aún, de un europeo que probablemente cursó la carrera de cine (esto no lo sé de seguro, lo que digo es que parece). El filme tiene un estilo un tanto extraño, ligeramente experimental e introspectivo, con tomas desenfocadas, muchos planos detalle hacia cosas, acciones u objetos que en principio parecen irrelevantes, movimientos de cámara poco comunes y demás, que ya en suma dan la sensación general de estar viendo la obra de un estudiante de cine recién graduado, porque a muchos de ellos les encanta andar innovando al principio de sus carreras. Incluso se podrían observar algunas referencias o similitudes con el cine de Hitchcock, Robert Altman y talvez algún otro…

A la cinta le fue bien en la crítica, y aunque tiene ciertos aspectos de interés, sobre todo para los verdaderos cinéfilos, yo no me vi lo suficientemente interesado en la trama como para recomendarla.

7 de 10.

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219. Aliens

Aliens. 1986

James Cameron

Le tocó el turno a James Cameron, and he blew it!

Bien, pues era lógico que la Teniente Ripley tenía qué regresar, pero desgraciadamente Ridley Scott se quedó en la nave Nostromo, y la segunda entrega tuvo que ser pilotada por un James Cameron que venía de patear traseros mecánicos con la primera entrega de “Terminator” y de terminar de escribir una versión inicial del guión de la segunda entrega de “Rambo”, que después sufrió las modificaciones de la “mente” de Sylvester Stallone.

En el papel, y con lo que ya le conocemos a Cameron (hablo, pues de “Terminator 2” y de, bueno, nada más esa), el canadiense no sonaría como una mala opción para reemplazar a Scott. Pero las nuevas ideas nacieron, y “Aliens” se convirtió en un filme de acción y aventuras que por ende carecía del terror y el tono oscuro de la entrega original.

En esta ocasión, la Ripley es rescatada de su hiper-sueño 57 años después para encontrarse que su hija ha muerto ya, y siendo que todos sus compañeros de la nave Nostromo fueron aniquilados por el alienígena, se encuentra sola con su estúpido gato que casi le cuesta la vida en la primera película pero que, tan pronto y le dicen que hay gente viviendo en el planeta en el que encontraron a la criatura malévola y que hay qué ir a rescatarlos, abandona en su departamento. Así comienza una nueva cacería de extraterrestres, que han tomado por completo el control de la estación que los ahora desaparecidos colonos habían habitado por unos cuantos años ya.

Sin el ingenio en cuanto a diseño de producción y sin el ritmo pausado que propiciaba el suspenso en la primera entrega, lo que Cameron toma prestado le sirve para hacer una película que emociona por sus escenas de acción y la amenaza de semejante organismo viviente, ahora en mayor número y tamaño, como si el mismo filme necesitara más elementos para generar el suspenso que no se logra con el guión o el planteamiento. Aún así, la curiosidad del fanático lo lleva a querer seguir viendo, con la esperanza de ver a su heroína triunfar y talvez entonces encontrar más información del origen de la enigmática criatura. Bah.

No, James Cameron no era el indicado…

7 de 10. La foto corresponde al equipo de guionistas que en esta ocasión decidieron desviar el rumbo prometedor que tenía la saga.

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218. Porco Rosso

Kurenai no buta. 1992

Hayao Miyazaki

No es de lo mejor de Miyazaki, pero es suficiente para entretener


Cuando alguien lleva tanto tiempo haciendo algo tan bien, es difícil encontrar qué decir acerca de su trabajo, como en el caso de Hayao Miyazaki, quien sin duda se ha convertido en el máximo exponente y gurú de la animación en Japón.

“Porco Rosso” es el sexto filme de Miyazaki, y el séptimo que produjo Studio Ghibli. El filme se centra en la figura de un talentoso piloto del cual descubrimos que, producto de una especie de maldición, se ha convertido en un cerdo (literalmente). En las aguas del mar Adriático se dedica a cazar “piratas del aire” hasta que estos, cansados de siempre verse superados por este curioso personaje, contratan a un vanidoso pero hábil piloto americano para que se haga cargo de él.

Curiosamente, el proyecto nació como una producción para ser transmitida durante los vuelos de Japan Airlines, quienes son los principales inversionistas del filme, que pronto mutó en un largometraje por su propia cuenta. Si bien “Porco Rosso” no se puede calificar (a mi parecer) como una de las grandes películas de Miyazaki, si no más bien a las regulares, eso es ya de por sí razón suficiente para darle una oportunidad, y creo que cualquier espectador que al menos tolere la animación japonesa y entienda sus cánones sabrá apreciarla.

Mi único problema con la cinta podría ser el hecho de que, situada en un contexto real como pocas veces sucede en un filme de Miyazaki, se introduce el elemento mágico de un puerco que pilotea avionetas y la explicación (o siquiera mención) de que se trata de un hechizo o algo de carácter mágico se tarda un poco en aparecer. Además, en ciertas ocasiones la misma historia no se toma muy en serio, pero bueno, a veces se me olvida que son dibujos animados que también tienen como objetivo atraer público infantil.

7 de 10.

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